Ante una pregunta que le hicieron a Winston Churchill sobre su buen aspecto físico, contestó: «Se lo debo al deporte; nunca lo practiqué». Hoy en Sevilla, era día de maratón, las calles principales de la ciudad se han llenado de deportistas activos, eventuales, teórico y “Winstonsianos” y un sólo tonto con una pancarta tan absurda como él.
Por motivos que no vienen al caso, he visto pasar a los corredores desde el primero al último y es por ello que me ha llamado la atención la corredora que junto al coche escoba, no se rendía. Su motivación y ánimo ha hecho que la siga un buen rato, pues soy de la opinión que las metas hay que cumplirla aunque eso signifique que el último voluntario te esté acompañado todo el recorrido.
La gloria se la llevan los ganadores, pero la honra la obtienen todos los que luchan por conquistar un reto.

Encuentro casual

Deportistas

Calle San Fernando

Los primeros

La última

Madres

El tonto

Coche escoba

meta