Todo preparado para la salida del Señor de Sevilla

Todo preparado para la salida del Señor de Sevilla
Algunas vivencias mágicas de la Semana Santa de Sevilla se encuentran por casualidad. Ayer por la noche cuando terminé de trabajar, camino de mi casa, me acuerdo que se me había olvidado una cosa en la agencia. Regreso y me entretengo un rato en el ordenador. Camino de vuelta, voy por un camino no habitual. Al pasar por la Pasarela, veo a un grupo de personas esperando en la capilla de la Universidad. Ante un silencio chirriante estaban viendo el traslado de las imágenes del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Angustia.
La primera vez que cubrí la Semana Santa en la Campana, llamaron mi atención varias cosas, aunque una en particular ; la libreta de un periodista que con una sonrisa permanente escribía con trazos grandes sus visiones y sensaciones.
Hoy Domingo de Ramos, llegaré a la Campana con la misma ilusión del principio , por no decir más. Me acordaré de mi infancia cuando vea al primer nazareno pedir la venia. Saludaré e inmortalizare a los amigos y conocidos que como padres acompañan a sus hijos durante todo el recorrido que hace la hermandad de los niños. Miraré los balcones para observar si alguna cara conocida se encuentra en ellos. Conversaré con policías, con Antonio y con los compañeros a los que les toque cubrir esa información. Pero hoy me sentiré extraño, pues la libreta de las sensaciones eternas no estará físicamente en la Campana, aunque sí en el corazón de todos los muchos que apreciábamos al gran periodista Fernando Carrasco.
Las vísperas están asociadas en Sevilla a la Semana Santa. La hermosura de ver un pequeño grupo de nazarenos y a un Cristo con una ternura sobrenatural en un barrio lleno de azahar como es el del Helíopolis , es transportarse a los orígenes de la Semana Santa.
La calle Placentines ,siempre a rebosar durante toda la Semana Santa, en las vísperas está muy confortable para contemplar con reflexión al Cristo de la Corona. Con un poco de atención se puede escuchar el crujir de la madera cuando los costaleros levantan a pulso a su titular.
Triana es Triana , por eso su víspera es diferente. Antes de comenzar la Semana de Pasión empieza con el final, exhibiendo por sus calles una excelente talla de un Cristo muerto en la Cruz.
Las vísperas me recuerdan la Semana Santa que nuestros abuelos nos contaron y que en los últimos años me preparan para vivir con ilusión la Semana más hermosa del año.