
Me niego a escribir de la lluvia, a pesar de la que está cayendo. Me niego a poner fotos de la lluvia a pesar de la que me ha caído. Me niego a reflejar el ambiente Irlandés que estamos viviendo en Sevilla, a pesar incluso de que mi acento andaluz me está cambiando. Hoy voy a enseñar y a escribir de un hombre que la casualidad y la lluvia ha hecho posible que conozca, se llama Manuel Lozano, tiene 90 años y es el nazareno más antiguo de la Semana Santa de Sevilla.
Durante dos días he estado realizando un previo de la Semana Santa, como hoy llovía, he decidido visitar la iglesia de la Anunciación donde se iba a producir el retranqueo de los pasos. Me ha llamado la atención un señor mayor que se encontraba sentado en un banco que estaba delante del altar. Cuando he preguntado por él, me han dicho que era el nazareno más antiguo de la Semana Santa. Cuando me he sentado a su lado y le he preguntado si era verdad que era el nazareno más antiguo de Sevilla me ha dicho; «eso dicen, tengo 90 años y desde el año 1937 he salido de nazareno». Su voz es clara , su mirada amable y su conversación amena. « soy camarero del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas», me decía con gran orgullo, «ahora van a dar una levantá fuerte para comprobar que todas las piezas están bien colocadas». Atento y con una responsabilidad como si fuera la primera vez, se puso de pie para ver la lenvantá que le daban a su Cristo. «A pesar de ser camarero del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas yo salgo de maniguetero en el paso de la Virgen del Valle».
Lo primero que se me ha ocurrido es lo que he hecho, tocarle el hombro y decirle: «le toco para que me transmita la fuerza y energía que tiene». Espero que me las haya transmitido y transmitirlas a todos los que lean y vean lo que hoy, un día lluvioso, he escrito y fotografiado.