Antonio Banderas, hijo predilecto de Andalucía.

Antonio Bandera

Hoy día de Andalucía, —discrepo de este termino, no sólo por el día sino por el intento politizado que se le intenta dar—, ha tenido lugar un acto en el Teatro Maestranza de Sevilla, donde han sido reconocido como Hijos predilectos de Andalucía a una serie de personajes populares. Sin menos precias a los demás galardonados, me quedo con uno en especial; José Antonio Domínguez Banderas, más conocido por anteponer el apellido de la madre que lo parió.

No destaco al actor por populismo, sino más bien por sentido común. Subrayo que su labor profesional como actor nunca me ha causado una gran impresión, todo lo contrario a su faceta personal. Él tiene claro cual es su papel en el negocio de las celebrity, y por lo tanto lo acepta y lo asume con enorme profesionalidad. Ante la prensa, siempre un gesto amable, una sonrisa sincera y un saber estar impropio de la mayoría de los actores españoles que creyéndose ídolos son… (no quiero utilizar palabras soeces).

¿Os imagináis que diría cualquier actor de medio pelo que le concedan un premio la misma institución que días antes ha hecho demoler parte de su casa?. De Antonio Banderas, cara al público, no he escuchado nada negativo, pues acepta las leyes tal como están hechas, y no utiliza su popularidad para cambiarlas para su propio beneficio. Las acepta y a pesar de todo sigue llevando con orgullo el nombre de Andalucía y de su tierra natal; Málaga, allí por los muchos países por donde va, sin renunciar nunca, a pesar de vivir durante tanto años tan lejos de su tierra, de su acento andaluz.

Si, se que algunos dirán que si está callado por algo será, pues claro, esta vida sin demagogos y envidioso sería distinta, pero es la que nos ha tocado vivir y la que hace posible que hombres como José Antonio Dominguez Banderas, tenga mi más profundo reconocimiento como orgulloso andaluz que soy.

LA MERMELADA MAS CARA DE LA HISTORIA, HECHA  CON NARANJAS AMARGAS DE SEVILLA.  

Recogida de naranjas en el barrio león de Sevilla

Para conmemorar el 125 aniversario de la empresa británica de alimentos Duerr & Sons, elaboró la mermelada más cara de la historia. Un tarro cuesta aproximadamente 2.100 Euros. Los ingredientes de esta exclusiva mermelada son los siguientes: naranjas amargas de Sevilla, Champán Pol Roger Cuvée Sir Winston Churchill de 1996, whisky Dalmore 62 de la casa Whyte & Mackay y pan de oro de 24 kilates.

La idea original era preparar un sólo tarro para subastarlo y así donar el dinero conseguido a una asociación benéfica de Manchester; pero ante el sabor asombroso de este producto, los directivos de la marca planean producir más unidades. Para bajar el coste del producto, utilizarán ingredientes menos costosos pero sin renunciar a la base de esta mermelada que es la naranja amarga de Sevilla.

https://eduardobrionesgomez.wordpress.com/2013/02/18/naranjas-amargas-de-sevilla/

Rosa Lopez.

Rosa Lopez.

La fuerza de voluntad es fundamental para conseguir los objetivos deseados. Esta frase puede parecer que estar sacada de un libro de autoayuda, por suerte o por desgracia no he sido consumidor de este tipo de literatura, aunque soy un convencido de las fuerzas de las palabras bien ligadas. Lo que ocurre es que como dicen, las palabras se las lleva el viento, por eso el sostén de la imagen es fundamental para que perdure y tenga un efecto deseado.

Os dejo esta imagen de la cantante Rosa López, para que sirva de ejemplo a todos aquellos que se conforman con su físico pues creen que han hecho todo lo posible por cambiar y no lo han conseguido. ¡Esta mujer está espectacular!. ¡Sólo hay que mirar en internet y ver como estaba hace sólo unos cuantos años!. Ella es un ejemplo de haber conseguido un objetivo difícil que era cambiar su cuerpo a base de buenos hábitos, fuerza de voluntad y constancia.

Tomando el sol

Tomando el sol

Cuando menos nos lo esperábamos, hoy ha sido uno de los días más fríos de este invierno, pero también ha sido un día donde el sol nos ha regalado algunos rayos que nos han calentado hasta el alma. Días como hoy, con frío pero con sol, me llenan de optimismo, por eso lo he buscado todo el día.

Algunas personas como las que muestro en la foto no lo ha tenido que buscar pues le llegaba a su propio balcón; ¿Se puede estar mejor?, como diría mi hermano al ver esta foto: “¡Está más a gusto que en brazos!”.

Maratón ciudad de Sevilla

Maratón ciudad de Sevilla

Hoy ha sido la 29 maratón ciudad de Sevilla, ha ganado el keniano Salomón Busiendich con un tiempo de 2h 10´14″. ¡Ya es correr rápido!. Sin duda, lo más importante de este evento deportivo ha sido la alta participación de corredores y la gran cantidad de público que se ha congregado en lugares emblemáticos de la ciudad para ver, disfrutar y dar ánimos a tan esforzados atletas.
 
A los primeros corredores los he visto en la Av Cardenal Bueno Monrreal,  en este lugar no había mucha gente pero sí un chaval que jaleaba sin parar a los deportistas, le decía cosas como: “¡Animo sólo quedan 15 kilómetros!”, “¡se os ve muy bien, ya queda menos!”, sin duda el ánimo lo tenía el animador, pero ¡que gran labor estaba haciendo!.
 
En el Parque de María Luisa, había más gente, sobre todo en la Plaza de España, donde se encontraban familiares de maratonianos dándoles todo el aliento que podían. En la calle San Fernando, también había un animador, por decirlo así;  profesional, pues alentaba a los deportistas con una voz solemne y discursos llenos de emoción, les decía: “¡Todo el esfuerzo de este año lo estamos compensando hoy, hay que seguir, campeones!”.
 
La gran multitud se agolpaba en la Av. De la Constitución; parecía Semana Santa, viendo pasar a los sufridos deportistas. ¡Cuánto me recordó a lo que escribí el domingo pasado con respecto al via crucis!. Es curioso que cuando el tiempo es un inconveniente menor para que un gran acontecimiento tenga lugar; el sol siempre sale. Un dato curioso que me llamó la atención y que haciendo una asociación de ideas me recordó a la Semana Santa, fue cuando vi a dos niños con las palmas de sus manos extendidas para recibir, no la cera de los nazarenos, sino las palmadas de los atletas. El último sitio donde he terminado de seguir la maratón ha sido en el primer sitio por donde comienza la Semana Santa; La Campana. ¡Qué diferente es este lugar durante solo una semana al año!
 
Ver pasar a los corredores resulta curioso, pues parece que nunca acaban, ves a pequeños grupos, corredores sueltos, grandes grupos uniformadamente vestidos, personas mayores con un ritmo cansino, pero que van por delante de otros maratonianos mucho más jóvenes y con un correr más atlético, no ha sido nada aburrido pues siempre te estaba llamando la atención algún detalle de este gran acontecimiento deportivo.
En la Campana, y después de haber estado aproximadamente 2 h 10´14″ disfrutando de la maratón, me he ido a comer al bar Eslava, donde he podido estirar bien mis brazos para tomarme unas coquinas espectaculares y recordar la maravillosa mañana de sol de invierno que he disfrutando viendo la 29 Maratón de la Ciudad de Sevilla.

¡Viva los novios!

¡Viva los novios!

“Qué no somos iguales dice la gente”, así comenzaba la letra de una rumba que cantaba maravillosamente bien María Jiménez. Esa es la canción que he estado repitiendo observando el espectáculo de raza calé que he visto hoy en la Plaza de España.

Lo primero que me ha llamado la atención, ha sido como una multitud de personas hacía corro observando un espectáculo. Al ir acercándome he comprobado que efectivamente era un espectáculo, pero no de los que estamos acostumbrados a ver en la calle, donde varios artistas montan un número más o menos divertido y después piden la voluntad. Aquí había baile, trajes llamativos y dos parejas de novios, encantados de que los fotografíen; en primer lugar los profesionales y  después la gran cantidad de turistas que se encontraban por allí.

Mientras al lado del puente estaban los invitados de la boda, aproximadamente unos veinte, cantando, bailando y tocando las palmas, en un lateral estaban los novios. La fotógrafo, (parecía un sargento de artillería), estaba componiendo una imagen sorprendente, que es la que muestro hoy. En vez de protestar los novios ante la insólita petición, las dos parejas estaban encantadas de ser el motivo de atención, (por cierto ellas eran hermanas pues así se dirigía la fotógrafa a ellas). Muy serios ellos y con una sonrisa forzada ellas, atendían sin rechistar las órdenes que provenían de la boca de la artista. Después de estar aproximadamente diez minutos como unas estatuas, la siguiente orden fue dirigirse en formación de a dos hacia los bancos donde están representadas las provincias españolas, pues la idea era, según pude escuchar, fotografiar a los novios ante el marco incomparable que es la Plaza de España. ¡Ole y ole!.

La composición que propuso y realizó ante los bancos, la pintora de la luz, es tan difícil de explicar que os lo dejo a vuestra libre y respetuosa imaginación. De lo que estoy seguro, es que el álbum  fotográfico que recibirán los recién casados será; “presiiioso, presiiioso, presiiioso».

Claro que me he reído y no solo yo, sino la mayoría de los que hemos estado allí, pues si en vez de la realidad hubiera sido una grabación de Los Morancos, el resultado hubiera sido el mismo. Tengo que aclarar que mi risa siempre ha sido acompañada de un gran respeto; me explico. Qué no somos iguales, no lo tiene que decir la gente, pues es una verdad clara y evidente. Seguramente si los novios e invitados de esta boda observaran una boda de payos, también se reirían y seguramente dirían: ¡Qué “esaborío” que son!.

Para gustos los colores y en lo no habitual la risa, por eso no me cabe nada más que decir que: ¡Viva
los novios!.

Barrio de Santa Cruz

Barrio de Santa Cruz

Me encantó un azulejo que vi paseando por el barrio de Santa Cruz, principalmente por el mensaje que ponía; “ Asociación de vecinos y amigos del Barrio de Santa Cruz”. Un mensaje nada excluyente. En Sevilla, estamos acostumbrados a identificarnos por nuestro barrio, dentro de ello, por nuestra calle y los que afinan más, por la orientación de ella.

Cuando digo que soy de Triana y hay un trianero delante, me pregunta; “¿de que parte?” , cuando le digo que del Barrio León, si es un trianero puro de la calle Castilla o Pureza, me dice; “Eso no es Triana, a lo más, un barrio de Triana”. A mi, esto nunca me ha molestado, pues entiendo la guasa sevillana y trianera, pero posiblemente esa actitud hace mas mal que bien, pues de la guasa al mosqueo hay un pequeño paso. Entiendo que las raíces hay que llevarlas con mucho orgullo y dignidad, pero nunca pasándonos de la raya del fanatismo, que entre otras cosas lo que hace es excluir y sesgar la razón.

Lo que pone el azulejo de esta casa en el Barrio de Santa Cruz, nos da un ejemplo a seguir. Atraer en vez de eliminar, asociarnos en vez de fragmentar. Si este principio lo extrapolamos a la ciudad, la región o al país, sería una verdadera… utopía.

Mercado de Abasto del Tiro de Línea.

Mercado de Abasto del Tiro de Línea.

Hoy, he estado de amo de casa, por ello he ido a comprar y he cocinado. Los que me conocen de antiguo y hace tiempo que me han perdido la pista, seguramente se estarán riendo con la primera frase que he escrito. No tan escépticos serán aquellos que de un año para atrás saben de mi interés parcial por la cocina. La cocina no es que me vuelva loco, pero hay algo en ella que cada vez me seduce más. Dicen que para ser buen cocinero hay que ser buen comilón, (por favor, no confundir con glotón) y que además hay que ser meticuloso con el proceso, cualidades que cumplo a rajatabla.

El cocinar no empieza en la cocina sino en el mercado y es ahí donde ando más flojo. Yo soy carne de supermercado, pues me gusta que las cosas me las vendan por la vista, aunque de un tiempo a esta parte, me estoy aficionando a ir a comprar las frutas y las verduras al mercado del Tiro de Línea, principalmente, por lo malas que están en los supermercados. Un tomate rojo y muy bonito del supermercado no sabe a nada, un tomate rojo y no muy bonito sabe a gloria comprado en un puesto de un mercado de abasto. Si hablamos de las naranjas la diferencia está en que unas, las de los supermercados, no saben a nada, aunque tiene un color precioso, y las del mercado están riquísimas y además tienen el mismo color que las que no saben a nada.

Con esta foto quiero reivindicar la supremacía de las frutas del mercado con respecto a las de los supermercados, y animar a todos a descubrir los placeres que conlleva ir a comprar a las plazas de abastos; trato cordial, buen precio y mejor calidad.

De lo que he hecho de comer escribiré otro día…

Una limosna, por favor.

Una limosna, por favor.

Qué estamos viviendo unos momentos muy delicados económicamente es una realidad muy difícil de rebatir. Que la foto que expongo hoy refleja la situación actual, es muy fácil de rebatir; ¿o no?.

Desde que tengo uso de razón, escena de señoras y señores pidiendo por las calles, las he visto continuamente, han sido como algo que forma parte del paisaje urbano. Pero esta señora que estaba apostada en la puerta de entrada del Patio de los Naranjos, me ha resultado bastante peculiar. En primer lugar, cuando la he visto, he pensado en la foto tan bonita que iba a hacer, por lo tanto más que en la señora me he recreado en el entorno, pretendía hacer una yuxtaposición; contrastar los turistas que vienen con dinero a visitar la ciudad y la señora pobre que sólo pide una pequeñísima parte de ese dinero.

Al cabo de unos minutos de estar pendiente de la escena, me ha llamado la atención que una señora, posiblemente del barrio, se ha acercado a la supuesta indigente para introducir en la bolsa de plástico blanca unas moneadas. Todo indicaba, tanto por las miradas cómplices como por la forma de saludarse y despedirse, que no era la primera vez que se veían. Entonces, me he acercado con el zoom para hacerle un retrato, olvidándome del entorno y es cuando he observado detalles que a primera vista se me habían pasado por completo. La supuesta indigente está bastante aseada, el pelo lo tiene recogido y limpio, la ropa tampoco está estropeada, incluso se puede decir que es una persona muy práctica, pues lleva una bolsa de plástico para apoyar la espalda y así poder descansar los riñones ante una postura incómoda.

Este verano en Burgos, me encontré sentada en las escaleras de la catedral a una señora también vestida de negro y muy mal encarada pues en vez de pedir, insultaba. Nada que ver con la señora que he fotografiado hoy; pues ella me ha regalado una maravillosa sonrisa cuando me he acercado a depositale unas monedas.

¿A qué conclusión quiero llegar con todo esto? A una muy sencilla: ¡Qué fácil es manipular y jugar con una imagen!. Si en vez de poner esta fotografía, hubiera colocado una más abierta donde se viera el entorno, y escribiera un texto diciendo como una señora mayor, mal vestida y pasando frío, no tiene más remedio que estar pidiendo en la calle, pues tiene una familia a la que mantener, sin duda, esto, nos llenaría a todos de una gran ternura y compasión, he incluso de rabia ante el sistema injusto que nos ha tocado vivir en estos momentos.

Está claro, que ternura produce pero después de lo primero que he contado; ¿también compasión?, o, ¿rabia?.

¿Cuál es la verdad de toda esta historia?. No tengo la menor idea, pero lo que si tengo claro es que no me gusta que me manipulen ni tampoco manipular.

Patio de mi casa

Patio de mi casa

Los días lluviosos me da mucha pereza salir a la calle y si para colmo tengo mal cuerpo debido a una pequeña gripe y no hay una noticia importante que cubrir; me quedo en casa. Por eso hoy, mi cuerpo lo he anclado al sofá y me he dedicado a leer historias de mi ciudad. La mañana se me ha pasado volando recordando y aprendiendo historias y leyendas de Sevilla. He visto muchas fotografías en mi imaginación durante este día pero sólo he hecho una; la de mi patio que como dice la canción; es muy particular.

Como hoy no estoy «pa na» y no tengo ganas de mirar las fotos de archivos e inventarme una historia, he puesto la visión que he tenido toda la mañana y que junto a las historias que me han contando los blogeros, ha hecho posible que mis males fueran espantados para volver por la tarde cuando me he dedicado a ver la televisión.