Pandilla

pandilla

¿Quién con una edad no se ve reflejado en esta imagen? La única pereza de la niñez es el no hacer nada. Ni el frío ni el fin del día hacen que no broten en la imaginación cosas divertidas que hacer.

Una pandilla en la playa cuando eres un niño es lo que perdura para siempre en nuestra mente de lo vivido y casi olvidado.

Esta fotografía me ha recordado con una sonrisa muchas cosas, tanto cuando era un niño como cuando era un padre con niños.

Buscador de tesoros

buscador de tesoros

No soy una persona de odiar a nadie pero si de tenerles coraje a algunos. ¡No soporto a estos hombres que con un «aparatejo», se ponen a buscar por la arena de la playa los objetos de valor que han perdidos otros.

Después de tantas prohibiciones, de tantos impuestos, de tantas normas para el buen funcionamiento cívico de las cosas, ¿por qué esta búsqueda de objetos perdidos no es un servicio público?. En una ocasión una amiga perdió en la arena de la playa un pendiente de oro que le había regalado su madre cuando cumplió dieciocho años, no se me olvidará la cara de desesperación y decepción cuando rebuscando, no encontró lo que tanta ilusión le hacía lucir.

Estoy seguro que un hombre con una «maquinita» como esta, se alegró mucho cuando encontró el pendiente de oro y posiblemente se congratularía con sus amigos fardando de su hallazgo, sobre todo a la hora de venderlo. ¿Es justo esto?

Vesícula y corazón

Sol y corazón

Ayer fui para ver de nuevo el rayo verde y no lo vi. Me llevé la cámara para poderlo fotografiar. Esperando que el sol se posara en el mar, le dije a Berta que se pusiera con las manos en forma de corazón. Justo en ese momento recibí una llamada de Yolanda para decirme que a mi amigo del alma le habían quitado la vesícula. ¿Qué tiene que ver el corazón con la vesícula?. El simbolímo del corazón todos sabemos lo que representa pero la vesícula no, por eso he mirado en internet y he descubierto que la vesícula representa la capacidad de las personas para tomar decisiones. ¿Quiere decir eso que si no tienes vesícula le será más difícil a Francisco tomar decisiones? Espero que si y que a parir de ahora se deje aconsejar un poco más por su mujer.

Con este corazón en forma de foto, le deseo lo mejor a una de las personas más generosas e intensas que conozco. Es un privilegio ser su amigo y un horror ser su enemigo, por eso yo, que sigo teniendo vesícula, seguiré tomando la decisión de seguir siendo su amigo.

Puesta de sol

 

Puesta de sol

¿Hay algo más bonito que una puesta de sol? La fascinación que me produce ese momento donde el sol se esconde en el mar, lo dejé plasmado el año pasado en mi blog. Este verano, como casi todos los veranos, esta siendo distinto, en mis paseos por la playa no estoy sacando mi cámara a pasear, eso no quiere decir que no este disfrutando; que lo estoy. Ayer ocurrió algo que llevaba esperando ver durante muchos años. Cuando el sol desapareció por completo en el horizonte marino vi el rayo verde, fue unos segundos antes de que hiciera esta fotografía con el móvil. Cómo quiero que en mi memoria nunca se olvide este momento, lo dejo plasmado en mi blog.

¿Qué es el rayo verde? Buscar en internet y después pasaros años observando muchas puestas de sol y seguro que lograreis verlo.

Lunes de comedor

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Para mi el año comienza y termina antes y después de la vacaciones de verano. Hoy, que es lunes y estoy alejado de lo cotidiano en el maravilloso mundo del relax vacacional, quiero contar y mostrar cual ha sido la experiencia más gratificante que he tenido este año.

En septiembre después de jurar no pasar más calamidades laborales, decidí no trabajar los lunes y así poder ir como voluntario al comedor de la Orden de Malta. Para mí la Orden de Malta estaba relacionada con Roma y especialmente con el ojo de la cerradura por donde se contempla la maravillosa cúpula de San Pedro. ¿Por qué decidí ser voluntario en este comedor? Podría contestar con muchas frases hechas y alguna que otra banalidad pero en realidad no tengo ni la menor idea, lo que si puedo afirmar con rotundidad es que mi decisión de contribuir a este voluntariado ha sido lo más sensato que he hecho este año.

Recuerdo perfectamente como fue el primer día que iba a mi nuevo proyecto. Llegué nervioso como un colegial, alegre como un adolescente ante su primera cita y tenso como cuando vas a la primera entrevista de trabajo. Ese día cuando terminé de trabajar me sentí como Gene Kelly en «cantando bajo la lluvia».

Gracias a mi voluntad voluntariosa he aprendido muchas cosas. Por ejemplo a cortar carne y verduras con un cuchillo tan grande como el corazón de Manel. Gracias a la oportunidad que me dieron las hermanas Parias, he descubierto como se limpia el alma. Gracias a las dos Mónicas a Beatriz, Ana, Rosa, María, Gabriela, Encarnación, Laly, Pablo y Jose María, puedo certificar que la sonrisa es más poderosa que el esfuerzo.

Las fotos que pongo, tiradas con el móvil, son un homenaje a «los lunes del comedor», que es como se llama nuestro grupo de Whatsapp y que gracias a ellos he encontrado a un grupo de amigos que con la firme voluntad de ayudar a los más necesitados, me ayudan a crecer emocionalmente.

 

 

Pescando suciedad

Pescando suciedad

 

La mayoría de las fotografías que muestro en el blog no son imágenes buscadas sino más bien encontradas. El sábado por la tarde, estado a la espera de un acontecimiento social en la calle Betis, me llamó la atención como un pescador estaba tranquilamente sujetando su calla mientras al rededor había una corriente de suciedad. ¡Qué paciencia hay que tener! Más que risa, esta escena me produce vergüenza e indignación.

Ojos

Ojos

Los ojos no es lo primero en lo que me fijo cuando miro a una mujer, tampoco en lo que las mentes calenturientas pueden estar pensando. El otro día tomando una cerveza por el centro, cuando vi a esta mujer, lo que más llamó la atención fueron sus ojos, pero no los físicos, que eran muy bonitos, sino los tatuados.

P. D. Lo difícil de ser constante es la pereza. La lucha entre la comodidad y la responsabilidad hace posible que algunas veces triunfen las múltiples excusas que la vagancia nos proporciona. Durante un tiempo he dejado de escribir y poner fotografías en mi blog. Ayer alguien que no esperaba que me siguiera me lo recordó, por eso, aunque con pereza pero con ilusión retomo y comparto mi experiencia de la vida cotidiana.