
Hoy me he dedicado al noble ejercicio de ser un capillita, después de preparar concienzudamente un programa de visitas a las iglesias donde están colocados los pasos que procesionarán mañana, (si el tiempo lo permite, todo indica que no) en el vía crucis extraordinario que se celebrara en Sevilla, he salido de mi casa con Berta a la una de la tarde. En un principio he pretendido hacer las visitas por orden cronológico, esa idea la he rechazado debido a que perderíamos mucho tiempo. La primera iglesia que hemos visitado ha sido la de San Gonzalo, que corresponde a la estación de penitencia número III, este sitio me ha traído gratos recuerdos de mi niñez. El Barrio León, que es un barrio de Triana es donde se encuentra la hermandad de San Gonzalo, y donde nací. Después nos hemos dirigido hacia el Patrocinio donde nos hemos conmovido con el agonizante Cachorro, cuya estación de penitencia es el XIII, de allí nos hemos dirigido a ver al Cristo de las Penas, que estaciona el número X, es curioso que tanto a Berta como a mi, lo que más nos ha llamado la atención ha sido una figura de Juan Pablo II, es tan real que sorprende. Saliendo de Triana nos hemos dirigido a la iglesia de Monserrat, número XI, donde hemos contemplando una magnifica representación barroca de Jesús prometiendo su reino al Buen Ladrón. Como era ya tarde y al ver que la iglesia de San Vicente y la del Gran Poder estaban cerradas, nos hemos ido a comer a la calle Feria a esperar que los templos volvieran a abrir. La sorpresa nos la hemos encontrado cuando hemos pasado por la capilla de Montensión y verla abierta. Hemos entrado para contemplar a Jesus en el huerto de los olivos, este paso será el primero en estacionar.
A las cinco, después de comernos una hamburguesa con un poquito de glamour, hemos iniciado nuestro recorrido por las capillas. Cómo Santa Marina y el Carmen Doloroso no abrían hasta las cinco y media, nos hemos dirigido hacia la iglesia de San Esteban para contemplar al Cristo Flagelado, que estacionará en el sexto lugar, pero para nuestra desgracia la figura no estaba colocada todavía en el paso, pues hasta las siete y media no estaba previsto, y por lo tanto no hemos podido verle las lagrimas de cristal que tanta ternura me producen. En la calle San Vicente nos detuvimos a contemplar el paso de las Siete Palabras cuyo orden de procesión será el XII. Llegar a la capilla del Gran Poder es como llegar a la cumbre de la Semana Santa, así lo hemos sentido y vivido, aunque he tenido que hacer un receso para trabajar, pues me he encontrado a un personaje mediático con su novia y como buen profesional, he tenido que «robarles» unas fotos. Una vez terminado satisfactoriamente mi trabajo, nos hemos parado a observar el andar de esta figura única, que aunque sea el primero en importancia hará la estación de penitencia en el puesto número IX. Siguiendo los pasos del nazarenos hemos ido a visitar a otro, el Cristo de los Gitanos, cuyo orden en el vía crucis será el séptimo. El número IV lo realizará la hermandad del Carmen Doloroso, cuyo paso representa a Jesús siendo negado por Pedro. Es la primera vez que he visto este paso de misterio y me ha causado una grata impresión. De allí nos hemos dirigido a la iglesia de Santa Marina, donde estaba expuesto el paso de la hermandad de Torreblanca; Jesús es juzgado por Pilatos, que procesionará en el quinto lugar. La iglesia de Santiago, fue nuestro siguiente destino. El beso de Judas que es lo que representa este paso de misterio y será el segundo en hacer la estación de penitencia, es el que más hemos visto, pues llevamos unos catorce años siendo invitados por un gran amigo, Manel, para verlo procesinar cuando pasa por delante de su casa. Si tuviera que elegir un Cristo, me quedaría con el de Pasión, su orden de procesión será el VIII, su rostro regio fue creado por el dios de la madera; Martínez Montañes. Como por casualidad, hemos terminado nuestro recorrido viendo el Santo Entierro, que como es lógico será la última hermandad en realizar la estación de penitencia.
Después de leer todo esto supongo que estaréis cansados, pues imaginaos como estábamos nosotros. El agotamiento nos ha llevado a un bar, ¡somos sevillanos!, bueno, algo más que un bar; La Flor del Toranzo. Allí nos hemos sentado en una mesa donde hemos disfrutado de unas cervezas, un magnifico bloc de foie y varios copas de vino. Al cabo de una hora nos ha llamado la atención como de frente venía un cortejo procesional, era la hermandad de San Buenaventura, que llevaba a su titular el Cristo de la Salvación a su templo en estación de penitencia.
Sin duda, todo lo que he contado lo he fotografiado, por eso la pregunta es: ¿Qué imagen pongo hoy?. Tengo un dilema, pues tengo una gran variedad de fotografías, desde pasos, a gente extasiada contemplándolos, desde multitudes de personas en la basílica del Gran Poder y en el templo del Salvador, a iglesias prácticamente vacías cuyos nombres no diré por respeto. Después de pensarlo y debido a lo cansado que estoy he elegido la última fotografía que he he hecho, pues es la fotografía de un vía crucis nada extraordinario que ha realizado una hermandad con mucha fe.