Las esperas siempre son pesadas, hoy no ha sido una excepción aguardando a que «El Cordobés», saliera del Hospital Quirón Sagrado Corazón después de haber sido sometido a una operación en el dedo meñique, que le impedirá seguir toreando, por el momento, en plena temporada alta.

Después de más de tres horas esperando a que saliera del hospital, todo ha sido muy rápido. Cada uno ha cumplido su función. La Clínica procurando que ambas partes, famoso y periodistas, hagan su trabajo, eso sí, colocando su marca visiblemente. El torero, siendo agradable, que en este caso no le resulta difícil, para seguir siendo un personaje mediático. Los fotógrafos, plasmando al torero sonriendo y intentando resaltar en una instantánea la escayola de brazo para mostrar gráficamente el motivo por lo que es noticia. Por último, los redactores intentando extraer un titular impactante que les permita vender la noticia de una forma atractiva.

Cuando esta noticia salga en la prensa, casi nadie será consciente de lo que estoy escribiendo, simplemente algunos estarán satisfechos de haber sido informados, otros le prestarán un mínimo de atención y algunos ni siquiera se pararán a reflexionar sobre lo que le ha ocurrido a un torero simpático y mediático.

En el mundo de la información, cuando todas las partes hacen su trabajo de una manera profesional, el resultado es satisfactorio, como ha ocurrido hoy cuando «El Cordobés» ha abandonado, aunque algo tarde, el Hospital Quirón Sagrado Corazón de Sevilla.