“Yo no estoy contra el progreso, si existiera un buen consenso…”. Esta letra la cantaba en los años 80 Roberto Carlos; ¡ya ha llovido desde entonces!. La canción nos anima a vivir aprendiendo de la naturaleza, fomentando el utópico ideal ecologista. Con esta fotografía, no pretendo nada por el estilo, pero se me ha venido esta frase a mi mente cuando la he realizado.
Seguramente al principio de los años 80 esta imagen no llamaba la atención, era algo natural, que los oficios manuales se realizaran de cara al público. El progreso, en formato Ikea, han hecho posible que oficios tan dignos y artesanos como el de carpintero, prácticamente desaparezcan. Yo no estoy contra el progreso, aunque detecto el consenso que nos propone el libro de instrucciones de un mueble de mala calidad. Yo no estoy contra el progreso, aunque no me guste trabajar con luz artificial. Yo no estoy contra el progreso, aunque me sigue emocionando ver trabajar a este carpintero.
Si señor Briones. Tiene usted mucha razon!!!
Cierto. Que poco valor le damos a los oficios artesanos, casi siempre aprendidos de nuestros mayores!!!! Seguro que también tendrá sus momentos de estrés… pero a su manera, no a la de su jefe. De eso sabéis mucho los autónomos.
La crisis ha hecho resurgir oficios que ya casi habían desparecido, como las carpinterías, los zapateros o las pequeñas tiendas de arreglos de ropa, estamos retrocediendo a la España de hace 25 años. Pero es la única forma de salir de la crisis, trabajando!