¡Extraordinario Domingo de Ramos! Había tantas ganas de Semana Santa que Sevilla se ha tirado a la calle. Como buen sevillano que soy y como profesional del periodismo también, me he echado a la calle para vivir y contar mis vivencias y sensaciones de este día tan señalado y esperado.
Comencé y terminé viendo la Paz. Desde hace mucho tiempo, al ser la primera hermandad que realiza su estación de penitencia y ante la amabilidad de sus hermanos por hacer que trabajemos lo más cómodos posible, he asistido a la salida de sus dos titulares muchas veces. Aunque no he visto nada nuevo, si he sentido cosas diferentes, quizás menos emoción en la salida. Esta vez he reconocido al gran saeteo Manuel Linares, aunque tengo que decir que por mucho que lo ha intentado, nada que ver con aquel rezo cantado de la madrugada pasada. Lo verdaderamente sublime ha sido ver a la Virgen de la Paz, dando un rodeo de noche por dentro de la Plaza de España. ¡Me he sentido viviendo un momento único!
Por motivos estrictamente profesionales, el mayor tiempo de esta jornada lo he pasado en la Campana y al salir de allí he podido comprobar al ver la llegaba de La Amargura, otra carrera oficial que se encuentra en la plaza del Duque, donde las sillas son oficiosas y el caos está dispuesto de una forma ordenada.
Sólo he tenido media hora para ver a Jesus de la Penas saliendo de Triana y cruzando el puente de mis sueños. De nuevo en Campana, el tiempo se ha parado en un solo de trompeta eterno y magistralmente acompasado por una cuadrilla de Triana.
Como a una persona que aprecio le gusta que ponga; aquí os dejo lo que he visto, va por ella esta galería fotográfica de un domingo de ramos extraordinario.