Leyendo esta mañana en los periódicos la noticia sobre el “test de la verdad”, al que fue sometido ayer en Zaragoza Miguel Carcaño, he recordado lo que hace unas temporadas comentó un aficionado cuando vio salir por la puerta de chiqueros a un gran morlaco: “Delante de esto pondría yo a Carcaño; verás como diría donde se encuentra la chiquilla”.
Por lo visto, a Carcaño le han bombardeado el cerebro con 20 imágenes elegidas para llegar al subconsciente y así poder descubrir dónde está el cadáver de Marta del Castillo.
No se si será tarde, pero aquí muestro una fotografía que le podrían haber enseñado a Carcaño para que el subconsciente de este asesino confeso se acongoje y recuerde el dolor que está causando a la familia de Marta del Castillo.