Algunas vivencias mágicas de la Semana Santa de Sevilla se encuentran por casualidad. Ayer por la noche cuando terminé de trabajar, camino de mi casa, me acuerdo que se me había olvidado una cosa en la agencia. Regreso y me entretengo un rato en el ordenador. Camino de vuelta, voy por un camino no habitual. Al pasar por la Pasarela, veo a un grupo de personas esperando en la capilla de la Universidad. Ante un silencio chirriante estaban viendo el traslado de las imágenes del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Angustia.