Ayer un bichito misterioso e invisible le dio a Berta un picotazo en un dedo del pie mientras dábamos un paseo por la orilla de la playa, eso hizo que el paseo durara muy poco pues además del dolor intenso, el dedo se le puso como cuando Falete se come tres platos de fabada en No-Kitchen. (Esto no es publicidad encubierta sino cubierta).
El bichito misterioso e invisible, hizo posible que durante una hora estuviera sentado en una silla de playa y desde ese lugar, que tan poco me gusta, hiciera fotografías con un objetivo potente. El resultado es el que muestro, aunque por la ley de protección del menor he borrado las caras a los niños que aparecen en ellas.
Q bonitas fotos!!