Un proverbio dice: Más vale el buen nombre que las muchas riquezas. En el día de hoy un buen nombre o mejor dicho, un buen apellido, ha demostrado que vale más que las muchas riquezas. La sagas se forjan con trabajo, ilusión y talento y esto es lo que el apellido Arjona, ha hecho con su buen hacer en la difícil profesión que en la tauromaquia es ser fotógrafo taurino. Es un verdadero placer y gran privilegio estar al lado de Joaquín en el burladero 7 observando como dispara su cámara antes incluso de que el torero mueva la muñeca con su muleta, para dar un soberbio pase.
El duende no se aprende sino que se nace con el, la maestría de los Arjona nació con el maestro Pepe y se ha ido transmitiendo a Agustin; un fotógrafo de arte, a Joaquín un fotógrafo del detalle y Agu, un fotógrafo por descubrir.
Reunir a lo más granado, en cuanto a tauromaquia se refiere en Sevilla para la presentación de un libro, no se consigue con dinero sino con el buen nombre, o mejor dicho el buen apellido como es Arjona.
P.D. Hoy ha sido presentada en la fundación Cajasol el libro: «Arjona, un siglo de instantes taurino», contando con la presencia de grandes toreros, ganaderos y amigos.