Sólo quedan unos pocos minutos para que termine el día mundial del beso. Tengo que reconocer que se me ha pasado por completo tal celebración; si, ya uno es mayor y se le olvidan los grandes acontecimientos. Recuerdo que hace dos años escribí sobre ello, eran aquellos tiempos en que el rumbo de la vida iba saltando de ola en ola sin encontrar la estabilidad deseada. Aunque las olas sigan surcando mi vida, el recuerdo de un día como el de hoy, me hace sentirme orgulloso por seguir luchando por un plan no meditado que hace que de vez en cuando escriba “pajas mentales” (como diría, dice y dirá mi amigo Francisco) y ponga una visión fotográfica sobre el asunto.
Hace dos años cogí la cámara por la mañana y me fui a buscar la fotografía de un beso. Este día, sin esperarlo, he recibido y dado besos de amor amistad y cariño sin poder fotografiarlos pues es imposible captar sensaciones.
P.D. Buscando una fotografía que ilustre este maravilloso día, he encontrado una que hice hace tres años en la Semana Santa de Sevilla, donde una pareja que esperaba al Cristo de Pasión, se besó con pasión.