Esta noche he estado en el vía crucis del Cristo de la Caridad. ¿Del Cristo de la Caridad?. Si, el de la hermandad de Santa Marta. Ayer por motivos personales no pude ir al primer vía crucis del lunes de cuaresma, por eso para mí hoy ha sido el primero.
La iglesia de San Andrés me recuerda a mi amigo Francisco, pues allí he vivido con él momentos felices, además como es hermano desde pequeño de la hermandad de Santa Marta, todos los años intento averiguar debajo de que antifáz está, sin que por ahora lo haya conseguido.
Esta noche le he empezado a coger el pulso a la semana santa que se nos avecina. El recogimiento y la seriedad dentro del templo ha sido digna de una hermandad señera. En la plaza de San Andrés, el silencio de las muchas gentes que se encontraban allí ante la imagen del Cristo yacente se ha convertido en un verdadero calvario para hacer una fotografía limpia de móviles. ¡Esta próxima Semana Santa se llevará el premio a la mejor fotografía quien haga una foto de un paso limpia de móviles! Además, este año tenemos a los chinos vendiendo por doquier palos para móviles, o sea, artilugios malignos que provocarán más que una que otra pelea en calles estrechas y llenas de gente, o sea, en la bulla.
P.D. Ya que Francisco, no ha estado en el vía crucis, este reportaje se lo dedico a él, espero que este detalle sirva para que mañana me invite a desayunar.