Esta mañana he ido a desayunar al mejor sitio de Sevilla; la tostada me la ha despachado «La flor del Toranzo» y el café me lo ha puesto «Casa Trifón ». Al no tener prisa, he utilizado el tranvía como medio de transporte, cogiéndolo en Viapol para bajarme enfrente de la Capilla de San Onofre.
A los pocos minutos de un viaje agradable y después de contemplar el fabuloso día que hacía hoy en Sevilla; como de un guantazo, sin previo aviso y anestesia, he visto que en las pantallas de los televisores que hay instalado en el tranvía, anunciaban lo siguiente: «Anticuarium. 5-22 Diciembre, “Puertas de Sevilla . Ayer y hoy”. Lo que fue y no se ve, lo que es y se imagina».
Cualquier persona medianamente informada soltaría una carcajada de perplejidad como la que he asentado yo. ¡El espacio del Anticuarium y la exposición que debería haber durado hasta el 22 de febrero se ha cerrado porque una puerta del edificio se ha caído!. Además, hoy estamos a 20 de febrero, o sea un día después del cumpleaños de mi hermano Chelu, ¿por qué se sigue anunciando una exposición que hace ya más de dos meses debería haber terminado, según el anuncio?. Pues claro, como dice el anuncio «Lo que fue y no se ve, lo que es y se imagina».
Como diría un personaje televisivo; «señores… un poco de por favor».