“¿Y si fuesen 10 justos los que hallaréis en Sodoma?. En este caso no destruiré la ciudad por amor a esos diez justos”. Esta es la última parte de la conversación que mantuvo el patriarca Abraham con el Señor, ante la sentencia casi irrevocable de eliminar dos ciudades corruptas y depravadas.
Hace ya bastante tiempo hice un reportaje que consistía en transmitir la labor que hacía un grupo de estudiantes de la universidad dando bebidas calientes y conversación a los indigentes que por las noches dormían en la calle. Cuando le pregunté, al finalizar la tarea, a una de las responsables qué a cuantos desahuciados había reinsertado en la sociedad, me contesto que a muy pocos, quizás, uno o dos.
¿Merece la pena buscar al justo? Sin duda, ayer por la tarde lo pude comprobar. Estas fotografías son un homenaje a todos los voluntarios que pusieron su granito de arena para que algunos justos tuvieran una excelente comida de fin de año.
