Es difícil durante estos días no saber que la Navidad está a punto de nieve, pues la ciudad se engalana para recibirla alegremente. Las luces y el colorido hacen muy atractivo el centro de la ciudad, lo que ocurre es que la originalidad brilla, y nunca mejor dicho; brilla por su ausencia.
Ayer, típico día prenavideño, pues hacía un frio que pelaba, paseando por calles del centro poco concurridas, me llamó la atención como habían dibujado en una esquina, una especie de Papa Noel. La primera reacción al ver la imagen fue de sorpresa para después pasar a sonreír y por último a tomar conciencia con la originalidad del artista anónimo que ya es Navidad.