El olor que desprende la mayoría de las calles de Sevilla en estos días es maravilloso. Desayunar por la mañana debajo de un naranjo en flor no tiene precio. Espero que la fotografía que reproduzco en este post, lleve el olor del azahar que tanto impregna la personalidad de todos los sevillanos.
P.D. Estas foto está dedicada a mi familia que no pueden disfrutar de la primavera en Sevilla, o sea: Jesús, Berta, Marta,Alberto, Mónica, Pedro, Moniquita y Tito.
[…] que apostados en las aceras estaban pacientemente esperando ver a su Cristo pasar. El olor a azahar, que lleva esta semana enamorándome, estaba impregnado en todo la calle Castilla. Me ha parecido […]