A las 5 de la tarde con el calor que hacía en la calle San Fernando, por un momento me ha parecido ver una alucinación, pero no, era algo real. Un hombre de color (negro; ¡claro!) estaba cargando carteles donde se anunciaba espectáculo flamenco. No me he preguntado como ayer; ¿dónde irá?, pues más o menos me lo imaginaba, pero sin duda, cuando uno esta trabajando todo el día en la calle y sin horario, se encuentra con imágenes, cuanto menos, curiosas, o sea, como la vida misma.