El marketing de los pueblos es diferente al igual que España en la época de Franco. Castiblanco de los Arroyos está tan cerca de Sevilla, que no se deja avasallar por fórmulas impuestas y utiliza la imaginación popular para aumentar sus ventas.
El color blanco de la cal contrasta armoniosamente con el de las cartulinas, y eso precisamente es lo que me llamó la atención e hizo que parara el coche y sacara mi cámara y así poder hacer un comentario en mi blog. Cuando leí en la cartulina de la izquierda: «Aki en la puerta de la esquina», me dije; «¡ole!, me ha convencido, voy a comprarme 4 «andaluza»».