La Avenida del infierno en Sevilla, también se llama de la Constitución. Los árboles brillan por su ausencia y la sombra es un espejismo. En medio de la ola de calor, que como todos los años estamos padeciendo y al ser una de las columnas vertebrales de la ciudad, pasear por su caliente suelo es uso obligado para turistas y para sevillanos a los que urja hacer algún «mandao».
La otra tarde me encontré en el segundo grupo y fue muy duro recorrer en aproximadamente 10 minutos el desierto asfáltico. A mitad de camino, me tuve que parar a comprar 1,80 euros de agua, (si, 30cl de agua cuestan1,80 euros). Cuando ya había logrado apaciguar mi sed y dispuesto a emprender la aventura de seguir caminando, me encuentro con la escena que os muestro. Un mejicano, sudando la camisa y cantando muy malamente a su su tierra. ¡Cuanto mérito o cuanta necesidad tiene este hombre!.
A los amantes de las rancheras y a los borrachos, que en las bodas nos martirizan cantándolas, les encanta escuchar el grito que desde lo más profundo de la garganta se lanza entre letras apasionadas: AAAAIIIIIIIIIIAA, AAAAIIIIIIIIIIEAIIIIIEE, AAEIIIIIIIIIIUA. Los que entienden de este grito tan peculiar dicen que tiene que confundirse entre el gozo y el dolor, entre el júbilo y el desahogo, entre un me duele y un me vale. Ahora entre el gozo de estar escribiendo este post en una habitación con aire acondicionado y recordando el suplicio de caminar en verano por la Avenida de Constitución, grito; «AAAAIIIIIIIIIIAA, AAAAIIIIIIIIIIEAIIIIIEE, AAEIIIIIIIIIIUA, ¡QUE CALOOOORRRR PASÉÉ, CABRONEEEES!»
Este buen mejicano es el que ameniza o amenizaba las comidas en el Tijuana de la Calle Asuncion. Es buen tio, pero debe estar pasandolo mal. Le deseo mucha suerte.
Mi intención no ha sido reírme de la persona, sino de las circunstancias. Seguramente será un buen tío y le deseo suerte, aunque por lo poco que escuché, en el cante, lo tiene algo difícil.
[…] he publicado varias fotografías donde aparecen personajes habituales de esta avenida, desde el “Charro de Triana”, que por cierto se ha ido a cantar a Tenerife, hasta un grupo de […]