Para gusto los colores y para dignidad la conciencia de cada uno. Elegir entre un color u otro puede resultar muy difícil para algunos y muy fácil para otros. El problema es cuando con presión nos exigen tomar una decisión arriesgada. ¿Está la dignidad por encima de la familia?. ¿Tenemos que aceptar todo lo que nos piden sabiendo que es una usurpación de nuestros derechos?. En estos momentos de crisis, algunos empresarios cuyos ingresos siguen aumentando, se están aprovechando de la precaria situación laboral que estamos sufriendo, por medio de presionar a sus trabajadores para que tomen una decisión difícil; seguir trabajando más y cobrar menos.
No soy sindicalista, tampoco trabajador por cuenta ajena, pocas veces he tenido que dar explicaciones por mi trabajo a un jefe, pero me indigna ver y escuchar a individuos que dan parte de su vida por una empresa y les presionen para que elijan un color que no les gusta y que además no les favorece.