Recuerdo que una vez cuando era un niño y estaba paseando por una obra, alguien dijo: «Esto es España, uno trabajando y veinte mirando». Hoy, ya mayorcito, he pasado por este futuro establecimiento de exquisiteces, o como dirían los cursis; groumet y me he acordado de la crisis; pues ya no hay ni veinte mirando; sólo hay uno. Además, los costes de maquinaria han sido suprimidos; la escalera ha sido sustituida por un contenedor de basura. Lo único positivo que le veo a esta fotografía es la utilidad que le dan a los periódicos; con pintores así, nuestra profesión sobrevivirá.