Me gustan las personas auténticas con personalidad y buen carácter. El amigo de mi hermano, que es mi amigo, es un ejemplo de ello. Claro, los defectos de este tipo de personas son fallos colaterales que se asumen deportivamente, porque las virtudes y las energías que trasmiten compensan cualquier punto negro de su personalidad.
Ayer Jose Miguel, me pidió con su eterna sonrisa y sin exigirme nada, que le hiciera una fotografía delante de la carreta del simpecado de Triana, sabiendo lo poco dado que soy para esas cosas.
¡Aquí está! ¡Jose Miguel, con Triana!